Sin lugar a dudas, el propósito de la adoración es bendecir su nombre. No por lo que pueda provocar en mi sino por que simplemente, El es digno. Sin embargo, la experiencia de adoración también tiene unos efectos en nosotros. En tus peores momentos no encuentras motivos, solución, ni siquiera aliento. Cundo no encontramos la salida y se nos resulta difícil conectarnos con Dios, la adoración puede traer grandes cambios en nuestra atmósfera de la siguiente manera:
1.Quita mi mente de la preocupación. Las preocupaciones solo hacen una cosa…que terminemos agotados; y aunque es necesario tomar tiempo para meditar y reflexionar en lo que nos esta pasando, sobrepensar las cosas puede debilitarnos y cansarnos. La preocupación constante puede producir inclusive otros problemas en nuestro bienestar y por eso es necesario que sepamos también tomar tiempo para venir a El y depositar nuestras cargas y ansiedades sobre El. Podemos dejar de pensar en nuestros problemas poniendo nuestra mente y corazón en Dios por medio de la adoración.
2.Pone mi enfoque en el poder de Dios. El resultado de pensar en los problemas muchas veces es sentir temor y angustia—luego de experimentar esto puede resultar muy difícil recordar como Dios puede obrar en nuestras situaciones. Muchas veces en nuestra humanidad no tenemos la solución sino que solo esta se encuentra simplemente en las obras de Dios. Sin embargo, si yo ocupo mi mente en recordar los atributos de Dios por medio de la exaltación de su nombre, yo puedo recordar quien es el Dios que yo le sirvo. Podemos escoger escuchar y entonar alabanzas o música que celebre y hable de las maravillas de Dios. Esto nos hará ver que Dios tiene el poder de obrar en nuestras vidas y nos dará esperanza.
3.Mi perspectiva cambia y es alineada con la de Dios. Todos los sentimientos que pueden producir las dificultades (ansiedad, temor, dolor, etc.) usualmente nos lleva a desviar nuestra mirada de cualquier propósito que Dios pueda tener para trabajar en medio de nuestra dificultad. No importa cual sea el problema, el propósito de Dios en nuestras vidas siempre es parecernos mas a El y esto se prueba en medio de las dificultades. La adoración puede recordarnos el carácter de ese Dios a quien nosotros le servimos y motivarnos a hacer las cosas de la manera que El las haría.
4.Calma mi espíritu y le da serenidad. La música, especialmente, tiene capacidades increíbles para relajarnos y aún más cuando esta acompañada de un mensaje edificante; puede traer no solamente relajamiento sino algo que perdura mucho mas… La paz de Dios. Ya lo has escuchado antes. Esa que sobrepasa todo entendimiento. Aunque yo no tenga idea de lo que esta pasando alrededor de mi; en El yo encuentro paz. La alabanza y la adoración son vehículos, por medio de los cuales, alcanzamos también esa paz en medio de la tormenta.
5.Equipa mi espíritu para sobrellevar mi carga. Luego de adquirir todos estos elementos (enfoque, perspectiva, paz, serenidad, etc.), mi espíritu ahora puede tener espacio para así poder continuar mi caminar, de una manera mas efectiva. La carga se hace mas liviana.
Así que simplemente dobla tus rodillas, piensa en tu Señor y adórale. O simplemente si vas en tu auto o en tu hogar mientras haces tus quehaceres, pon a sonar esa música que exalta a Dios y únete en adoración al que todo lo puede. El merece nuestra alabanza en todo tiempo y temporada de nuestras vidas, y al deleitarse en ella, El derrama grandes bendiciones sobre nosotros.