Una de las cosas que se nos hace difícil es confiar. Especialmente, cuando has sido engañado o traicionado. Pero más difícil es confiar en algo que no puedes ver. En mi caso me refiero a una condición de salud. Cuando te descubren una enfermedad crónica e incurable, el médico te da un tratamiento que él entiende que puede funcionar en ti y pones toda tu confianza y esperanza en que están en buen camino y que todo va a salir bien, cómo te dijo tu médico.
Pero: ¿Qué pasa cuando todo empieza a salir mal? ¿Que pasa cuando comienzas ver todo lo contrario a lo que te prometieron? Fácilmente, pierdes la confianza y esperanza y deja de importar lo que te digan porque sientes que ya no hay credibilidad.
Hoy te quiero decir que en la mayoría de las ocasiones, como en mi caso, no es el tratamiento que me están dando, ni tampoco lo que me diga el médico. Lamentablemente, tenemos un enemigo que juega sucio, es traicionero y te hace que dar mal a ti y a los demás. Nos hace dudar, te frustra, y busca la manera de que nos rindamos. A él le fascina que tú pierdas toda confianza, toda esperanza y la fe de que un día todo saldrá bien.
Si yo te dijera que en realidad todo va a salir bien. Que a pesar de un proceso largo y difícil verás la recompensa. ¿Me creerás? Créelo. Tu problema trata de quitar algo en ti pero no ha podido—el deseo de vivir, de luchar y demostrar que tú puedes. Para que eso ocurra tienes que confiar en lo que no has visto.
La historia habla de un hombre que su esposa era estéril. En su vejez, da a luz a su primogénito. Tiempo después este hombre escucho una voz que le dice: sacrifica lo más preciado para ti: tu hijo. ¿Esta fuerte verdad? Sin embargo, se mantuvo creyendo y confiando en que algo sucedería y así fue, no tuvo que sacrificarlo.
“Llama las cosas que no son, como si fuesen.” (Romanos 4:17)
Así les paso a mis padres cuando me enferme. El Lupus estaba haciendo y deshaciendo en mi cuerpo. Aún con las quimioterapias, el Lupus estaba ganando. Pero ellos le creyeron a Dios y confiaron en su palabra.
“Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.” (Génesis 15:6)
Él promete estar contigo todos los días de tu vida, hasta el fin; no te dejará en desamparo, aunque te sientas confundido y sin saber qué hacer. Lo puedo decir, porque lo he vivido. Aunque sientas que Él duerme en el silencio, su corazón vela por ti. (Extracto de mi libro Volver a Nacer)
No importa el diagnostico que te dieron o el problemas que tengas. Tampoco si nada esta funcionando. Créele a Dios y a sus promesas.
“Encomienda a Jehová tu camino,Y confía en él; y él hará.” (Salmo 37:5)
Confía en El.
Él no te fallara.
Te aseguro que vas a Volver a Nacer.