Salmos 46:10-11
“Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.
¡Yo seré exaltado entre las naciones!
¡Yo seré enaltecido en la tierra!»
El Señor Todopoderoso está con nosotros;
nuestro refugio es el Dios de Jacob.”
Para muchos de nosotros, tener quietud no es nada fácil. Especialmente cuando se trata de enfrentar situaciones difíciles. Nos da ansiedad ó entramos en modo resuélvelo-todo, pero quietos no podemos estar. Sin embargo, hay situaciones en las cuales la solución esta fuera de nuestro control.
Nuestra habilidad de descansar y esperar en quietud ante estas situaciones demuestra nuestra capacidad de reconocer la absoluta soberana voluntad de Dios. Nuestra quietud dice:
“Tú eres Dios, no yo. Tú eres el gran Yo soy.”
Por encima de cualquier situación en este mundo, la Biblia declara:
“Todas las naciones que tú has hecho vendrán y adorarán delante de ti, Señor, y glorificarán tu nombre.” Salmos 86-9
Como dice este salmo, nuestra posición en estos momentos es una de quietud y de obtener refugio en el todopoderoso. Dios continua de tu lado guardándote y él es quien tiene diseñado un maravilloso plan para nosotros y para el mundo que él creó. Nada puede escaparse de sus manos, pues él es el único Dios soberano. ¡Refugiemonos tan solo en Él!