¿En qué punto de tu vida estás ahora: estás estresado o relajado? ¿Estás pasando por alguna crisis o estás en tu mejor momento? La verdad es que, no importa en el estado en que te encuentres hoy, al estudiar la epístola de Efesios, nos damos cuenta de que hay una batalla espiritual constante que no es contra sangre ni carne, sino contra principados y potestades de las tinieblas, como dice el capítulo 6. Es por eso que es necesario conocer las siguientes verdades fundamentales de nuestra fe que nos ayudarán a madurar y a estar bien preparados para esa batalla:
1) Debemos conocer quién es Dios y quiénes somos en él. Esto es pasar tiempo en oración y estudio de la Palabra, entender que en Cristo estamos completos, que fuimos bendecidos con toda bendición espiritual (Efesios 1:3), que no somos salvos por mis obras sino por la gracia, por medio fe en Cristo (Efesios 2:8-10) y que nuestra identidad nos distingue y nos separa del mundo.
2) Demos andar en la luz. Efesios 5:3-5 dice que debemos dejar atrás nuestras costumbres pasadas como: la fornicación y toda inmundicia, o avaricia, palabras deshonestas, necedades, vulgaridades, que no convienen, sino antes bien debemos mostrar acciones de gracias. Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.
Andar en la luz también implica tener nuestros ojos abiertos para poder percibir que la batalla espiritual no solo se refleja en las cosas evidentes como: la oposición en el trabajo, la envidia, las calumnias, las discusiones, el bullying, el robo o las matanzas, sino también en las cosas sutiles como en los consejos disfrazados de piedad de nuestros seres queridos, en los piropos o halagos de la gente que alimenta nuestro ego y otras cosas que intentan desviarnos del propósito de Dios.
3) Debemos conocer y saber usar la armadura espiritual. ¿Por qué o para qué?Efesios 6:10-11 dice: “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.”
Son estas tres verdades fundamentales de Efesios que nos ayudarán realmente a estar conscientes de que la batalla espiritual es real y, por ende, debemos estar preparados más siempre confiados, en Señor de nuestra victoria.