La fidelidad de Dios nos hace construir una vida plenamente confiados de que Él permanece firme expresándonos y dándonos múltiples muestras palpables de su fiel amor desde el principio.
Hoy, mientras caminamos por estos tiempos tan diferentes, complicados y sombríos, surgen pensamientos muy humanos de incertidumbre. Es allí donde su palabra se encarga de recordarnos y cobijarnos de sus fieles promesas y verdaderos dichos.
Puede parecer a veces que lo más fácil es rendirse. A mí me ha pasado tal pensamiento por la mente, pero siempre hay algo que me detiene y me inyecta un nuevo aliento y estoy segura que es Dios envolviendo mi vida con su dulce y fiel amor brindándome seguridad. Es ahí cuando comprendo con plenitud que Él no dejará de ser fiel, pues iría en contra de su naturaleza.Dios siempre se encargará de recordarnos su fidelidad viendo lo que éramos antes, ahora y lo que, gracias a Él ya no somos.
Todas esas heridas completamente sanas. Todos nuestros vacíos abundantemente llenos. El perdón constante de nuestros pecados. El haberle dado el verdadero sentido a nuestras vidas.
Todo esto y mucho más es suficiente para que re-dirijamos nuestros pensamientos y nos convenzamos por completo de que la fidelidad de Dios es abundante, permanente y estable. Por ello, estoy segura frente a cualquier situación adversa de que fijarnos en su fidelidad pinta de colores cualquier panorama gris.
Dios no nos dejará.
Él siempre estará ahí para nosotros, pues Él ha dicho que si lo buscamos lo encontraremos y que si tocamos a su puerta, Él abrirá. Por lo tanto, que nada ni nadie llame más tu atención. Mejor fíjate y mira su fidelidad, pues con solo verla tus pasos se afirmarán en el camino que estés atravesando.
Creo firmemente que Dios es fiel y que tal fidelidad es inigualable. Los hombres pueden fallar y quebrar sus palabras más comprometidas creando en nuestros corazones una herida muy profunda, pero el fiel amor de Dios es capaz de sanar el daño, restaurar y restituir con gloria tu vida.
Yo veo la fidelidad de Dios como un fino y acogedor manto que cobija mi alma con el que puedo tener descanso y paz en su tierna y calurosa seguridad.
Dios es fiel no importando el tiempo o las circunstancias y Él es digno de confianza. Dios no ha fallado antes con nadie. ¿Por qué lo haría ahora contigo?
En un mundo tan cambiante e inconstante como este, solo Dios es inalterable y Él se deleita en darte una vida segura.
¡Podemos confiar realmente en el que es fiel!
“Tu fidelidad alcanza las nubes”
Salmo 36:5B
Lua de Oro es una hija de Dios en Cartagena, Colombia dispuesta a extender el evangelio de Jesucristo a todos los confines de la tierra.