En el libro de Apocalipsis, con el mensaje revelado a diferentes iglesias, la revelación en muchas ocasiones termina con una descripción de lo que Dios otorgará a aquellos que hayan vencido.
Algunos de estos mensajes a estas iglesias eran de corrección, otras de instrucción o de revelación de lo que Dios iba a hacer en ellos. Muchos de los mensajes terminan con con la frase “Al que venciere…” Que luego describe la manera que serán recompensados o lo que Dios hará en el fin de los tiempos.
Este camino en el Señor es de vencedores. Y no es que como eres un vencedor, todo te saldrá necesariamente bien y bonito.
No amigos.
Lo que este tipo de mensaje quiere decir es que este camino es arduo, difÃcil, agotador y hay que luchar en Él. Por eso el que corre el camino sin rendirse hasta el fin, es el que vence.
Dios reconoció a estas iglesias describiendo su difÃcil camino—tienes pocas fuerzas, has dejado tu primer amor, conozco tu tribulación, estas muerto, no eres frio ni caliente—son algunas de las cosas que les dijo.
Pero también les dijo: “¡Arrepiéntete!”
Quizás tu también estás en la misma situación. Estas a punto de tirar la toalla o has tomado un camino incorrecto porque no has podido sobrellevar la carga de vivir en rectitud y de luchar en el evangelio. Quizás has dejado de hacer las primeras obras, has permitido cosas que no debes permitir o has hecho cosas que no debes hacer.
Solo tienes que enfocarte en lo debido. Luego de amonestar a las iglesias y de revelarle su verdadera condición. Dios procedÃa a alentarlas por medio de describir lo que recibirÃan si vencÃan la prueba de los tiempos.
“Al que venciere sera vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus angeles. ” Apoc 3:5
“Al que venciere, le dare que se sienta conmigo en mi trono, asà como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” Apoc 3:21
Querido amigo, el evangelio no es cualquier cosa. Aquà luchamos por coronas de vida, por glorias eternas y por pasar la eternidad con el Padre Celestial.
Claramente, no es un camino fácil de alcanzar. Claramente, hay luchas y tentaciones que tenemos que vencer.
Cualquiera que sea tu condición de hoy, Dios también te dice: “Vengo pronto, arrepiéntete, reten lo que tienes y que ninguno tome tu corona.” (Apoc 3:11)
Tu condición es parte de la lucha que debes vencer. Proponte ser uno de esos de los que estarán incluidos en ese “Al que venciere”. Persevera hasta el fin y da los pasos necesario para ser un verdadero vencedor.