“Te reconstruiré con joyas preciosas y haré tus cimientos de lapislázuli.” Isaías 54:11
A través de los tiempos, encuentro que la mujer, con todos sus cambios en los roles de la sociedad, tiende a sufrir mucha crisis de identidad. Constantemente la cultura ha intentado decirnos quienes somos y lo que debemos hacer.
Trabaja.
Tienes que casarte.
No trabajes, quédate en tu casa y dale homeschooling a tus niños.
Tienes que lactar a tus niños y tener un parto en casa, si no, probablemente no serás buena madre.
Eso sin contar cómo la cultura popular hace de la mujer un objeto sexual publico, sencillamente, porque por siglos lo hemos permitido y cada vez resulta peor.
No es que sea feminista, es simplemente la realidad. En mi opinión, todas estas ideas acerca de la mujer en la sociedad, van formando nuestras convicciones acerca de nosotros mismas y estas convicciones luego forman nuestras decisiones y comportamiento ante los eventos de nuestras vidas.
Si tan solo pudiéramos mirar al que desde un principio nos formó. Ese que nos sacó de hueso y no de carne, para luego poner en nosotros su aliento de vida.
No sabes de qué estas hecha hasta que empieces a creer en ello. Y más allá del sobre-referenciado pasaje de Proverbios 31, la maravillosa idea de Dios acerca de la mujer está firmemente plasmado en su palabra.
En Isaias 54 Dios compara a el futuro de Jerusalén con una mujer desolada. Podrá haber pasado males, pero el Señor siempre tendrá misericordia de ella. A través de todo el pasaje se ve reflejado el carácter fiel, protector y amoroso de Dios hacia la mujer, el cual es usado para proyectar el trato De Dios también con Jerusalén.
Hay tanta tela para cortar en este pasaje para reflejarte como Dios te ve, pero hoy quiero recordarte tu fundamento. En base a este pasaje hemos abierto esta sección dedicada al diseño de Dios para la mujer.
“Te reconstruiré con joyas preciosas y haré tus cimientos de lapislázuli.”
No es la primera vez que la mujer es comparada con una joya en la Biblia. El lapislázuli es una piedra hermosa, su color simboliza realeza y es encontrada a profundidades similares a las del oro.
Cuan diferente podrían ser nuestras vidas, comportamiento y decisiones si recordamos lo que representamos para el Señor. No te conformes, vive a la altura de como Dios te ha diseñado. En el tiempo malo recuerda que eres muy fuerte como una piedra, pero no cualquier piedra.
Él ha hecho tus cimientos de lapislázuli.
Proximamente estaré escribiendo mas sobre el pasaje de Isaias 54. ¿Tienes alguna historia también que contar acerca de tu formación como mujer? Te gustaría también alentar a otras mujeres a perseguir su diseño en Dios? Somete tu escrito utilizando las instrucciones en este link.
