En este mundo muchos a veces olvidamos nuestro valor propio y fácilmente muchos tienden a olvidar el valor que también tienen los demás.
Mientras muchos definen su valor en cómo alguien los ha tratado, en lo que tienen o en lo que no tienen, en alguna posición, o hasta en de dónde vienen—hubo un acto inigualable que define el valor de cada ser humano.
¿Alguna vez has pensado si alguien daría la vida por ti o si tu la darías por alguien? Tendría que ser un gran amor para llegar a hacerlo. Me conmueve pensar que Él lo hizo.
Jesús entregó su vida por ti y por mí. La sangre que derramó, demostró el valor que tenemos. No estuvo en la cruz reprochándonos tener que hacer esto por nosotros. Estuvo allí pensando en nosotros y amándonos.
En esa cruz Jesús murió por todos, no por algunos. Todos tenemos el mismo alto valor definido por su sangre derramada. Recuerda siempre cuan alto precio alguien pagó por ti.
Eres importante. Vales mucho.
Recuerda también cuánto valen los demás para Él. Ámalos igual. Ese también es el mensaje de la cruz.