Le dijo Dios a Abraham: “Vete de tu tierra y de tu parentela a la tierra que YO te mostrare.”
El prinicipio de todo. El Genesis.
Desde el principio de los tiempos han habido momentos en que Dios guía a sus siervos fuera de su lugar de procedencia. Ya sea por perseguir un sueño nacido en el corazón de Dios, buscando refugio ante un problema o bienestar ante una crisis. Hay muchas escenas en la Biblia donde podemos ver estas movidas y la manera en que Dios participó en ellas.
Los pasos que damos con estas movidas pueden ser unos difíciles de tomar por lo cual requieren valentía, dirección y planificación—pero sobre todo valentía. Abraham tuvo que acampar en diferentes lugares mientras salía de su origen y enfrentó situaciones adversas (cómo cuando se fue a Egipto por el hambre que había en la tierra), pero luego salió de allí habiendo prosperado.
Ante la crisis de un país, muchos consideran la salida. Siendo esto algo normal y esperado, creo que Dios está interesado en guiar nuestros pasos a puerto seguro. Aunque los planes de Dios no necesariamente tiene que ir paralelos con la tendencia corriente, Dios también puede usar esas opciones para bendecir a los que así lo necesitan. Todos tenemos experiencias de vida diferentes y es por eso que no nos beneficiamos de la misma manera. Por eso las decisiones que toman las personas ante la crisis deben ser respetados con buena fe sin tener que dar lugar a la critica.
El mundo secular y politico tendrá sus razones para hacer campañas que hagan distinción entre el que se queda y el que se va. Desde un lado politico, las razones para las mismas son obvios. Estas campañas solo van interesadas en hacer distinción entre personas y sus decisiones para satisfacer la agenda política y gubernamental. Sin embargo, Dios es el único genuinamente interesado y comprometido con nuestro bienestar independientemente de cual sea nuestra posición geográfica.
Cada cual es dueño de su propio sendero. Y como a Abraham, son muchos los que se van guiados por el Señor. Podemos intentar encajar a Dios con nuestro patriotismo pero no creo que funcione, pues Dios es Dios de todas las naciones y nuestra ciudadania verdadera está en su Reino.
Si estas considerando o has tomado la decisión de salir de tu país; ante el estruendo de muchas voces y opiniones, debes afinar tu oido para aprender a discernir la voz de Dios en tu propia vida.
Quiero recordarte unas simples verdades esperando que traigan luz a tus decisiones:
- Dios te ama con amor eterno y desea bendecirte.
- Dios está y va contigo a donde tu vayas y en todo lugar hay un pueblo de Dios que le sirve también.
- Es necesario buscar la dirección de Dios siempre.
- Fuera de la voluntad de Dios no podemos tener verdadero progreso y debemos rendir nuestra voluntad a Dios.
- No hay lugar para comparaciones dentro del plan de Dios. Es único e individualmente diseñado para ti. Búscalo en oración y a la luz de las Escrituras y compruébalo según surgen tus eventos de vida.
- Cuando Dios está en nuestros asuntos, Él bendice y prospera nuestro camino y también bendecimos a otros.
Son muchas las voces que resuenan y aún mas las que intentan cuestionar con miedo y señalamiento. Pero, la voz de Dios es la de un dulce consejero.
Por otro lado, el celo y la envidia por el que prospera y el juicio ante el que no le fue bien termina distanciando lo que un mundo de distancia jamás podría distanciar. Es precisamente bajo estas circunstancias donde se mide nuestra calidad de pueblo y de familia.
Ante una situación tan crítica lo pertinente es reaccionar con solidaridad.
Somos llamados a ser hermanos, a traer luz, aliento y bendición a todo aquel que lo necesita; aunque tengamos que partir por diferentes rumbos.
“Jehová guardará tu salida y tu entrada
desde ahora y para siempre”
Salmos 121:8
