“Desde el extremo de la tierra clamaré a ti cuando mi corazón desmaye. Llévame a la roca que es más alta que yo, porque tú has sido mi refugio y torre fuerte delante del enemigo.” Salmo 61:2
Los últimos dias he estado meditando en esta porción de este salmo y lo compartí en el Aposento con los amigos que estuvieron con nosotros. No nos damos cuenta que el egocentrismo de la mentalidad cultural nos ha llevado a pensar que somos autosuficientes.
Inclusive, a veces vemos esta mentalidad infiltrada en la iglesia donde creemos que a todo costo podemos con todo y que tenemos la capacidad para manejarlo todo nosotros solitos. El problema es que se nos olvida de donde realmente viene nuestra fuerza y nuestro ímpetu para hacer lo que nos viene a la mano.
Interesantemente, el salmista decía: “llévame a la roca que es más alta que yo.” Fíjate que no dijo: Voy a la roca que es mas alta que yo.
Dijo llévame.
Hay ocasiones que tu no vas a tener ni siquiera las fuerzas para llegar hasta el lugar donde está esa roca muy alta donde puedes esconderte detrás de ella y ser protegido cuando viene el enemigo.
El salmista sabia que no podia confiar en sus propias fuerzas, ni siquiera en su propio camino. Él dijo un “llévame” que implica absoluta dependencia de Dios hasta para llegar a ese lugar de refugio.
Y al decir —mas alta que yo— implica un atributo de superioridad. Que bueno poder reconocer que hay alguien mucho mas alto que nosotros en quien podemos confiar y refugiarnos.
Te tengo una noticia en este día: “No tienes que tener las fuerzas, el ánimo y el poder para descifrarlo todo. Cristo es esa roca muy alta y mucho mas superior de lo que tu puedes lograr y alcanzar. Tan solo tienes que llamarle poniendo tu entera fe, confianza y esperanza en Él.
Cuando sientes que la vida avanza y el tiempo se mueve mas rápido de lo que tu puedes alcanzar, dile: “llévame a la roca que es más alta que yo.”
Cuando ves el enemigo levantarse y acercarse a ti pero ya tu corazón ha desmayado en medio de la batalla, dile” “llévame a la roca que es más alta que yo.”
Cuando sientes que lo que tienes de frente es demasiado para ti, no trates de conquistarlo bajo tus propias fuerzas, dile: “llévame a la roca que es más alta que yo.”
Él es mucho mas grande y mas alto que yo. Aprendamos a entender y a reconocer de donde realmente vienen nuestras fuerzas y nuestras habilidades. No nos la auto-atribuyamos ni siquiera pensando que es porque tenemos una super fe digna de todas esas cosas.
Todo esto ocurre simplemente porque Él es esa roca— la única— y no tiene que ver nada con nosotros.
“Llévame”
El salmista sabia que era simplemente Dios.
“Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto (Salmo 27:5).”
“él me esconderá.”
“él me ocultará.”
“él me pondrá en alto.”
Paremos de enfocarnos en el desempaño de nuestra fe y volvamos nuestra mirada a quien simplemente él es.
Si algún dia encuentras que te falta la fe, dile: “llévame a la roca que es más alta que yo.”
