Al escuchar la palabra fidelidad, usualmente la asociamos a temas de relaciones de pareja.  Sin embargo, la fidelidad es algo que abarca mucho más.  Ella habla más de nuestro carácter integral, de cómo somos y cómo se refleja en todo lo que hacemos.  

Según la Real Academia Española (RAE), la fidelidad se define como: la lealtad, observancia de fe que alguien debe a otra persona, puntualidad o exactitud en la ejecución de algo.  Así es que, desde que nos levantamos, hasta que nos acostamos, estamos tomando decisiones que, consciente o inconscientemente, están dando señales de nuestra fidelidad, ya sea a Dios, al trabajo, a nuestro cónyuge, a nuestros hijos, amigos y demás roles que desempeñamos. 

¿Cómo reconocer a una persona fiel?

Aunque hay muchos aspectos que pueden variar  por cuestiones culturales, sociales y demás, generalmente una persona fiel se reconoce por ser una persona cumplidora de sus promesas, congruente en sus acciones y palabras, respetuosa, traza límites sanos en sus relaciones, no anda con secretismos u ocultando información, obedece las reglas, no traiciona, demuestra que sus intenciones son honestas ya que trata de evitar al máximo provocar  malos entendidos, intenta comunicarse con claridad  en su mirada y su estado de ánimo se muestra seguro.

Generalmente, procuramos buscar señales de infidelidad, pero es bueno también reconocer aquellas señales que denotan fidelidad en otros y agradecerles por ello. 

En las escrituras, vemos muchos ejemplos de cuánto Dios presta atención a nuestra fidelidad. Y tres cosas que he aprendido de varios versículos estudiados es que:

·         Tenemos la capacidad de ser fieles, precisamente porque fuimos creados a imagen y semejanza de un Dios fiel. Es por eso, que Dios puede demandar fidelidad de nosotros.  Deuteronomio 5:32-33 dice: Así que pongan en práctica todo lo que el Señor su Dios les ha ordenado, sin desviarse de ello para nada. Sigan el camino que el Señor su Dios les ha señalado, para que les vaya bien y vivan muchos años en la tierra que él les va a dar en propiedad.

·         La fidelidad (y la falta de ella)  acarrea grandes consecuencias. Ser constantes en la fidelidad beneficia a todos, mayormente a nosotros mismos. Salmos 37:28 dice Pues el Señor ama la justicia y no abandona a quienes le son fieles; pero destruye a los malvados y los deja sin descendencia.

·         Hay que ser fieles a Dios hasta en lo poco. No podemos descuidar las pequeñas cosas pues ellas pueden hablar muy alto de nuestra integridad. Mateo 25:23, en la Parábola de los talentos, dice: “Su señor le dijo: Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

Pidámosle a Dios que nos ayude a discernir y que también  examine nuestro corazón y si no estamos siendo fieles en algo que se demanda de nosotros, su Espíritu Santo nos ayude a crecer en este gran valor que parece estar “en peligro de extinción”.  


Dindi Quiles

Dindi Quiles es cantautora cristiana, conferencista, maestra, líder de adoración, líder de grupo de discipulado y escritora. Su primera producción musical como solista incluye los temas “Tu luz en mí”, “Nuestro Salvador” y “Llénanos”. Ha colaborado como presentadora en el canal local de televisión, Tu18Jax y como escritora de la revista “Qué tal Jacksonville?”. Actualmente vive en el estado de Florida, con su esposo y tres hijos. Para invitaciones: agenda.dindiquiles@gmail.com