Por un momento, cuando comencé mi dÃa, me puse a pensar en todo lo que me falta. Metas y deseos personales, profesionales y ministeriales que faltan por alcanzar, pero no me permito desalentarme. Estoy convencida en la fidelidad de Dios y que lo único que puedo hacer ante esto es continuar trabajando arduamente para lograrlo,…