“Al probar Jesús el vinagre, dijo:—Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y entregó el espÃritu.” (Juan 19:30) En el dÃa de la pascua, recordamos la muerte y el sacrificio que hizo Jesús de morir por nuestros pecados y hacernos libre. Siendo Dios, se hizo carne, vino a vivir entre nosotros, con el propósito…
¡Alégrate, oh pueblo de Sion! ¡Grita de triunfo, oh pueblo de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti. Él es justo y victorioso, pero es humilde, montado en un burro: montado en la crÃa de una burra. Quitaré los carros de guerra de Israel y los caballos de guerra de Jerusalén. Destruiré todas las armas usadas…
Es cierto que nuestra serie de creencias formalizadas, religión, nos da convicciones y orden. Pero he estado meditando acerca de esos momentos en que la fe se hace frágil y difÃcil. Esos momentos similares que a nuestra alma genuinamente quiere soltar un “Dios mÃo, porque me has desamparado.” Esos momentos, cuando la fe es frágil,…
Provocado por el clamor de Israel en Egipto, Dios decidió levantar a Moisés como un lÃder para la liberación del pueblo( Éxodo 3:7). Dios comenzó a revelarse tanto a Moisés como al pueblo de Israel. De la misma manera, creo que Dios quiere revelarse hoy. Nuestra juventud y nuestra sociedad necesita desesperadamente una revelación de…
“Desde el extremo de la tierra clamaré a ti cuando mi corazón desmaye. Llévame a la roca que es más alta que yo, porque tú has sido mi refugio y torre fuerte delante del enemigo.” Salmo 61:2 Los últimos dias he estado meditando en esta porción de este salmo y lo compartà en el Aposento…
“Y ElÃas volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres” (1 Reyes 18:22). Ellos eran 450. ElÃas, solo uno. HabÃa hambre y sequÃa y el pueblo fluctuaba entre la adoración a Baal y a Jehová. Solo quedaba ElÃas entre los profetas…
Señor, anhelamos tu presencia. Ese lugar donde hay gozo y descansamos en ti. Ese lugar donde vemos tus obras y tu poder manifestarse en medio de nosotros. Enséñanos a buscar tu rostro. Enséñanos a proveer un altar donde habite tu presencia en nuestras vidas.
“No tendrás dioses ajenos delante de mÃ. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres…
