“Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ! Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.” Mateo 14:28-32
Los vientos agitaban fuertemente cuando Jesús comenzó a caminar sobre las aguas hacia la barca de los discÃpulos. Ellos ya habÃan estado en situaciones similares en riesgo para ellos y su barca por lo que tenÃan razones validas para estar asustados. Ahora, sin embargo, habÃa miedo mezclado con asombro.
Pedro hace una sugerencia. Él también querÃa desafiar las aguas y el viento con Jesús sobre las aguas. Por lo que Jesús le hace la invitación para que venga a caminar sobre las aguas con él.
Nuestros miedos a veces se mezclan con asombro. Nos asombramos por lo que Dios quiere hacer en nosotros, pero nuestros miedos siguen estando presente.
Aunque tu experiencia con agua haya sido que te hundes, no pierdas la oportunidad que Jesús te extiende de darte toda una nueva experiencia. Poniendo tu fe en Él ya no serás presa de tus miedos, ni de tu pasado—caminarás sobre ellos.
El viento de tus miedos puede soplar fuerte, pero solo lo puedes superar manteniendo tu mirada fija en la imagen asombraste de Jesús sobre las aguas y de todo lo que Él te invita a hacer junto con Él.
Aunque el viento ruja y mueva, mantén arriba tu fe. Vence tus miedos por medio de la fe. No dudes ni un solo segundo de la invitación que te ha hecho el Señor a caminar con junto con Él.