Son muchas las personas que pasan por tu vida. Algunos de manera estándar, como los familiares, pero otros aparecen espontáneamente y luego resultan enlazarse contigo.

Vas a la escuela, juegas en tu vecindario, vas a la escuela dominical, a la universidad y a tu trabajo, y de alguna manera, en alguno de esos lugares, conoces por vez primera, gente maravillosa. Tuvieron un interés en común; compartieron, rieron; y lograron una conexión.Luego alcanzaste el empleo que deseabas, te casaste, compraste una hermosa casa, te dieron un aumento de sueldo, y cada vez que compartiste esas noticias emocionantes, podías notar como se sentían honestamente feliz por ti, como si le estuviera pasando a ellos mismos. Del mismo modo, al enfrentar momentos desafiantes o tristes en tu vida, podías ver en ellos que desearían que no tuvieras que pasar por eso.

Con los eventos compartidos, te das cuenta que puedes mostrar tu carácter completo y transparentemente; no tienes que preocuparte por ser juzgado. No necesariamente encontrarás acuerdo, pero definitivamente encontrarás una perspectiva justa. Puedes encontrar en ellos una persona que sinceramente apoya lo mejor para ti y sabe respetar tus decisiones sin provocarte dudar de ti mismo. Ellos nunca retendrán de ti la libertad de encontrar tu propio camino; preferirán contribuir a tu felicidad.

Aun con las distancias involuntarias que pueden alejarnos, no hay espacio para sentimientos encontrados sino mas bien para el entendimiento. Y el tiempo de separación se recobra rápidamente con la calidad del tiempo que pasan cuando están juntos nuevamente. Si tienes personas como estas en tu vida, tienes una de las cosas mas valiosas que uno puede tener. A ellos le llamamos amigos verdaderos.
La verdadera prueba de una buena amistad es que todo es recíproco, bilateral, mutuo. Es por esto que la clave en tener un buen amigo es saber ser un buen amigo.

C.S. Lewis, uno de mis favoritos, no pudo explicarlo mejor:

 “En la amistad… creemos que hemos elegido a nuestros pares. En realidad, una corta diferencia en las fechas de nuestros nacimientos, unos kilómetros más entre algunas casas, la elección de una universidad en lugar de otra… el accidente de un tema que se trata o no se trata en un primer encuentro – cualquiera de estas casualidades nos podría haber mantenido separados. Sin embargo, para un cristiano, no hay, estrictamente hablando, casualidades. Un maestro de ceremonias secreto ha estado envuelto. Cristo, quien dijo a los discípulos, “Vosotros no me han elegido, pero yo los he elegido,” verdaderamente puede decir a cada grupo de amigos cristianos, “no se eligieron el uno al otro pero yo los he elegido el uno para el otro”. La amistad no es una recompensa para nuestro exigente y buen gusto en encontrar a otros. Es el instrumento por el cual Dios revela a cada uno de nosotros las bellezas de otros.”

Los amigos verdaderos se convierten en una familia perfecta en nuestras vidas. Se convierten en los hermanos perfectos para nosotros. Es muy interesante como podemos pedir “bendiciones”. Sin embargo, damos nuestra propia definición de lo que consideramos bendiciones, de acuerdo con lo que creemos que necesitamos en el momento. Se que muchas personas piden por la bendición de alguien para casarse. Pero, no he escuchado de personas que pidan por la bendición de un buen amigo.

Yo hice de esto mi petición a temprana edad en mi vida, porque sentía que no tenia amigos verdaderos y sabia que me vendría bien. Dios es tan maravilloso que me concedió mas de uno. Son seres humanos extraordinarios que han estado a mi lado, me han tolerado en mis peores días, han orado conmigo, han reído conmigo y me han amado. Es impresionante como podemos encontrar amor verdadero en los amigos.
Si tienes amigos verdaderos en tu vida, puedes dar gracias por ellos en tus oraciones como lo hizo Pablo en su carta a los Filipenses:

  “Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones por todos ustedes, siempre oro con alegría, porque han participado en el evangelio desde el primer día hasta ahora.”  Filipenses 1:3-5

 Si por lo contrario, no tienes amigos verdaderos en tu vida, puedes pedir a Dios para que los traiga a ti como una bendición. Créeme, habrá un tiempo que los necesitarás.

 “Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un hermano.” Proverbios 18:24


Jenilee Rebarber

Jenilee Rebarber es la fundadora de The Altar Place. Jenilee es nativa de Puerto Rico, y vive en el estado de Florida en EU con su hijo Adrián. Es doctora en optometría, empresaria y estudiante del seminario de Liderazgo Ministerial de la Universidad Southeastern. A través de cada temporada y rol, Jenilee ha permitido que cada área de su vida la lleve más cerca de Jesús y le gusta poner eso en palabras. Sus escritos se han publicado en WomenLeaders.com de Christianity Today, en el blog Boundless de Focus on the Family, en la Revista La Fuente y ha sido miembro del entrenamiento de escritores Compel. Para contacto e invitaciones puedes escribirle a: jenilee@thealtarplace.com