¡Son tantas las riquezas espirituales que la maternidad me enseña que muy bien pueden explicar el por qué de tanto ataque a este rol!

Les cuento que, cuando mi esposo y yo comenzamos a tener hijos luego de varios años de casados, entendimos que debíamos movernos a una casa con suficientes cuartos para todos pues, la idea del colecho solo nos parecía apropiada a un corto plazo. 

Con mucha emoción, mi esposo y yo preparamos el dormitorio de los niños en nuestra nueva casa.  Conseguimos unas camas muy lindas que decoramos a su gusto. Recuerdo que mi esposo compró un abanico, los mejores colchones y pintó las paredes de su color favorito para que se sintieran a gusto con su nuevo espacio. Yo hasta calcomanías temáticas coloqué en las paredes para decorarlo. 

Sin embargo, han sido muchas las noches que mis hijos me han suplicado para dormir en mi habitación. Confieso que en algunas ocasiones les he dicho con molestia: “¡Ya basta! Ustedes son grandes.” 

Anoche, fue una donde mi esposo quiso acceder a su petición. Pero, como no cabemos todos en nuestra cama, mis hijos tuvieron que dormir en el piso. 

Esta mañana cuando desperté, con un poco de pena, miré al piso y vi a mis hijos durmiendo muy a gusto. Al despertar, me invadió la curiosidad de preguntarles: “¿Por qué, si su padre y yo les hemos preparado un cuarto con camas tan lindas y cómodas, prefieren dormir aquí en un piso tan duro y con tan poco espacio para moverse? ¿Acaso tienen miedo?”

Su respuesta me dejó anonadada. Ellos respondieron: “No tenemos miedo de nada. Lo que pasa es que dormimos más rico cuando estamos junto a ti.”

¡Wao! Esa respuesta hizo tremendo ‘click’ en mi corazón. De pronto, sentí que el Señor hablaba a mi corazón enseñándome lo siguiente: “Aunque el mundo te ofrezca la mejor de sus riquezas y comodidades, el verdadero descanso lo encuentras en mi presencia.”

Rápidamente recordé las palabras de David en Salmos 4:8 que dice: “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.”

Esta experiencia con mis hijos, me llevó a meditar que, aun el rey David, con todas sus riquezas y comodidades, entendía que su buen descanso dependía principalmente de la presencia de Dios en su vida. Sólo Dios lo hacía dormir confiado en perfecta paz. 


Dindi Quiles

Dindi Quiles es cantautora cristiana, conferencista, maestra, líder de adoración, líder de grupo de discipulado y escritora. Su primera producción musical como solista incluye los temas “Tu luz en mí”, “Nuestro Salvador” y “Llénanos”. Ha colaborado como presentadora en el canal local de televisión, Tu18Jax y como escritora de la revista “Qué tal Jacksonville?”. Actualmente vive en el estado de Florida, con su esposo y tres hijos. Para invitaciones: agenda.dindiquiles@gmail.com