De todo lo que puedo leer en la Biblia, mi parte favorita siempre son las palabras de Jesús. Cuando las leo, es como si entrara a su mente y a su corazón y siento que puedo conectar con Él, cuando consigo conectar también con su mensaje. En una ocasión, Jesús hablo sobre la amistad. De todas las cosas que Jesús podia estar interesado en conseguir de las personas—quizás quería tener gente que trabajara para él o que lo ayudaran o continuaran en su misión—Jesus, ante todas estas cosas, quiso tener amigos.

Él pudo haber dicho—”Con esta gente voy directo al grano, pura misión, puro negocios y nada más.”

Si bien también a Jesús le interesaba pasar momentos divertidos y gratos, como lo vemos en la boda en Caná (Juan 2), Jesús también escogió tener con nosotros mucho más que momentos divertidos. Él eligió tener con nosotros relación y confianza. Él escogió tener una amistad.

Puedo imaginar a Jesús examinándonos, pero diciendo: “De estas personas en el mundo, me voy a hacer un par de amigos.”

¿Cuantos de nosotros a veces nos vemos reacios a la amistad? Preferimos andar como llaneros solitarios, quizás por las malas experiencias que ya hemos tenido, donde la amistad no funcionó o quizás por nuestra propia falta de crecimiento en nuestra habilidad de ser un amigo para otras personas—se nos hace difícil crecer en esa area. Pero, si Jesús mismo eligió tener amigos, ¿porque llegamos a pensar que estaríamos bien sin ellos?

Hubo un dia que Jesús habló sobre el amor y la amistad, entrelazando estos temas de la siguiente manera:

 Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes. No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros.(Juan 12:17)

Jesús no solo pone el ejemplo de cómo Él decide escogernos para voluntariamente elevarnos de una posición de siervos a una posición de amistad, sino que nos manda, y luego reitera, que debemos amarnos unos a otros. El amor es la destreza en el cual Jesus realmente espera que yo sea competente. Puedes olvidar todas esas cosas que eres tan capaz de hacer— tus dones, tus talentos, tus habilidades, tu simpatía—al final del día, lo que Jesús te mandó a hacer, es a amar(1 Cor.13). En eso, Él está esperando que saques A+.

La amistad es el gran vehículo para pasar la prueba de que somos capaces de cumplir el mandamiento de Jesús de amarnos los unos a otros.

Cuando cambiamos la tecnicalidad, conveniencia y distancia de nuestras conecciones con otras personas, y por lo contrario decidimos amar y relacionarnos, estamos escogiendo lo mismo que Jesús—tener amigos.

Es entonces cuando nuestra vida cobra otra misión y decidimos hacer…

De un empleado o un jefe, un amigo.

De un coloborador de ministerio, un amigo.

No solo un compañero de clases, sino un amigo.

No solo un esposo, sino un amigo.

No solo una hermana de la Iglesia, sino una amiga.

Amigos es lo que Dios nos llamo a ser y a hacer, pues de la misma manera que Él nos amó, Él nos mandó a amar a otros y la manera que Él nos amó fue acercándonos de tal manera que nos convertiremos en sus amigos. Tu y yo necesitamos aprender a ver el amor que hay en la amistad y a comenzar a tomar este tipo de relación— la amistad— no como una opción que quizás con algunos tendrémos, sino como algo que somos enviados a tener con todos aquellos por lo cual estamos unidos por aquél que dió su vida por todos sus amigos (Jn 12:13).

Perdamos el miedo; no permitamos que nuestro amor se enfríe. Si Jesús eligió tener amigos, tu también deberías tenerlos.


Jenilee Rebarber

Jenilee Rebarber es la fundadora de The Altar Place. Jenilee es nativa de Puerto Rico, y vive en el estado de Florida en EU con su hijo Adrián. Es doctora en optometría, empresaria y estudiante del seminario de Liderazgo Ministerial de la Universidad Southeastern. A través de cada temporada y rol, Jenilee ha permitido que cada área de su vida la lleve más cerca de Jesús y le gusta poner eso en palabras. Sus escritos se han publicado en WomenLeaders.com de Christianity Today, en el blog Boundless de Focus on the Family, en la Revista La Fuente y ha sido miembro del entrenamiento de escritores Compel. Para contacto e invitaciones puedes escribirle a: jenilee@thealtarplace.com

3 thoughts on “Jesús escogió tener amigos: tú también deberías tenerlos”

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