Me imagino que te sientes como un boxeador en plena pelea. Tu contrincante llamado problema te está dando una gran pelea. Piensas que estás perdiendo cada round y que no podrás ganar. Pues te quiero decir que no será así. Hoy te presento en mi esquina a mi entrenador. El no dejará que pierdas. ¿Qué quien es mi entrenador? Lo sabrás pronto.

Uno de los deportes que me gusta mucho son las carteleras de boxeos. En casa de mis padres siempre ponía las peleas de boxeo. Eso era como una fiesta de cumpleaños—comida, entremeses, mis amigos llevaban pizza—era todo un espectáculo. No se hablaba cuando estaba por comenzar la pelea. Antes de comenzar la pelea, siempre el canal enseñaba el entrenamiento del boxeador. Uno veía el entrenamiento y decíamos: “eso está duro”.

Lo cómico era que mi hermano y yo nos levantábamos como si fuéramos a boxear. Recuerdo cuando pequeño, mi vecino compro unos guantes de boxeo y nos íbamos al terreno de mis padres a boxear entre nosotros. Mi hermano y yo lo tomábamos muy personal porque a ninguno nos gustaba perder. Así que te podrás imaginar cómo nos poníamos cuando estaba por comenzar la pelea.

Me fijaba en cada detalle de la pelea. El entrenador siempre le daba unas instrucciones al boxeador antes de comenzar. Yo me mantenía ansioso cuando veíamos al boxeador que le íbamos cansado, cortado, o cuando lo tumbaban. De momento, cuando sonaba la campana y el boxeador iba a su esquina, mientras le curaban las heridas, el entrenador le daba ánimo e instrucciones para poder ganar. Pero lo más importante era que el entrenador velaba si su boxeador podía aguantar más. Si veía que el boxeador no podía más, el entrenador paraba la pelea para protegerlo.

En la vida nos enfrentamos a grandes peleas. Estas peleas que enfrentamos son tan fuertes, que terminan siendo memorables y nadie las olvida. ¿Cómo se llama el contrincante? El contrincante se llama Problema. Ese contrincante no le gusta perder. Siempre busca la manera de pedir la revancha. A veces nuestra pelea es tan fuerte que sentimos que estamos perdiendo.

¿Cuál es tu pelea? Yo no lo sé. Lo que si sé es que hay unos entrenadores están dispuestos a estar en tu esquina. Mira si ellos están seguros de que ganaras la pelea que te dice:

“Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce; pelearán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová.”(Jeremías 1:9)

Mi pelea es contra mi enfermedad y todo lo que compone. En muchas ocasiones mi contrincante llamado Lupus buscó otras condiciones para ganar. Hubo un día cuando mi enfermedad, y los problemas que se me juntaron, me estaban ganando.

En dos ocasiones lograron tirarme al piso. Pero en la tercera ocasión, el Lupus vino con todo y estaba dispuesto a matar y destruir todo que había logrado.

Yo miré a mi esquina y me senté. Ya la ciencia me estaba desahuciando y no pensaban que me volvería a levantar. Hasta que mi entrenador me dijo:

“Pelearán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte”.»(Jeremías 1:9)

Hoy día sigo invicto y la ciencia se rindió. La ciencia ha reconocido que hay alguien en mi esquina que no dejará que pierda. Es la misma esquina que te quiero presentar a ti.

Estos entrenadores se llaman Padre, Hijo y Espíritu Santo de Dios. Ellos no dejarán que tú pierdas tu invicto.

Por eso te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos, 7 porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. (2 de Timoteo 1:6)

Levántate del cuadrilátero y dale una pelea memorable a tu contrincante para que no se olvide que el que está detrás de ti no dejará caído al justo. Ya verás que ganarás y cuando lo hagas, vas a volver a nacer.


Josue Rivera

Josue Rivera es el autor del libro Volver a Nacer. En su libro, Josue narra como su fe ha hecho la diferencia para vivir y sobrellevar la condición Lupus Sistémica. Josue se ha destacado en varias funciones de liderazgo en la iglesia, inculyendo el ser miembro de la junta general. Josue vive en Puerto Rico con su esposa Monica, y se desenvuelve cómo exponente de la palabra, dando charlas en diversos lugares y colaborando en la iglesia.