“Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.” Gn 32:26-28
Todos tenemos alguna bendición que deseamos. Las bendiciones son esas añadiduras que se nos dan por gracia y ese favor de Dios sobre nuestras vidas. Dios y yo somos un equipo cuando se trata de recibir algunas bendiciones, porque hay muchas de ellas que no van a llegar a ti directamente a tu puerta como si fueran un Prime delivery— tienes que luchar por ellas.
Así mismo como Jacob cuando se encontraba amedrentado por tener un proximo y difícil encuentro con su hermano, luego de orar y recordar a Dios las promesas que le había dicho, se encontró luchando con Dios por una bendición. Jacob estaban decidido a no dejar pasar la oportunidad de que alguien lo bendijera por eso luchó hasta conseguirlo.
Cualquiera que sea la bendición que deseas obtener, identifica cuales son los pasos que debes dar para luchar por ella. Quizás hay puertas que tienes que tocar, salir de tu zona de comfort, dejar a un lado tus miedos o trabajar mas arduamente.
Dios estará obrando a tu favor mientras tu haces la parte que te corresponde. No te quedes de brazos cruzados solo orando y pidiendo porque Dios te oye, más no hará lo que te toca a ti luchar por ello. Esa bendición es tuya, ya Dios lo dijo sobre ti, ahora sal y pelea por ella.
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