Le llegó la noticia a Juan el bautista de que la página de Jesús de Instagram, Twitter y Facebook había sobrepasado la suya en seguidores. Bueno, no exactamente así pero algo parecido. Jesús había comenzado a bautizar en el rio Jordán y la gente estaba iendo a donde él, en vez de a los discípulos de Juan.

“Surgió un debate entre los discípulos de Juan y cierto judío acerca de la purificación ceremonial. Entonces los discípulos de Juan fueron a decirle:—Rabí, el hombre que estaba contigo al otro lado del río Jordán, a quien identificaste como el Mesías, también está bautizando a la gente. Y todos van a él en lugar de venir a nosotros.” Juan 3:25-26

Al ver cómo la gente ahora preferían bautizarse con Jesús, los discípulos de Juan se sintieron ministerialmente intimidados, a pesar de que ya Juan les había anticipado que este tiempo llegaría. Pero Juan, se mantuvo claro en la postura de su misión diciéndoles:

“Ustedes saben que les dije claramente: “Yo no soy el Mesías; estoy aquí solamente para prepararle el camino a él”…Por lo tanto, oír que él tiene éxito me llena de alegría. Él debe tener cada vez más importancia y yo, menos. Él vino de lo alto y es superior a cualquier otro. Nosotros somos de la tierra y hablamos de cosas terrenales, pero él vino del cielo y es superior a todos.” Juan 3:29-31

Juan no permitió que el protagonismo, la atención o los números, definieran su ministerio. Lo mismo no podemos decir de sus discípulos, lamentablemente. En algún momento se desenfocaron probablemente ante el auge del ministerio, pero Juan se mantuvo enfocado y lo demostró en el momento perfecto. “En otra versión dijo: es necesario que El crezca pero que yo mengue.”

Su misión estaba clara al igual que su posición y la procedencia de su ministerio. Pues dijo que: “Nadie puede recibir nada a menos que Dios se lo conceda desde el cielo”. Sabia de donde venia su ministerio.

No podemos ser como los discípulos Juan, nos iría mejor siendo como Juan, pero mejor aun siendo como Cristo. La vida es del señor, solo somos sus obreros. La iglesia es del señor y Él es su sacerdote.

Así como los reconocemos en nuestra vida, reconozcámoslo— no solo en nuestros ministerios— sino también en los de otros. Al final del día, somos muchos los siervos, pero la obra es solo una, como también le pertenece a un solo Señor.


Jenilee Rebarber

Jenilee Rebarber es la fundadora de The Altar Place. Jenilee es nativa de Puerto Rico, y vive en el estado de Florida en EU con su hijo Adrián. Es doctora en optometría, empresaria y estudiante del seminario de Liderazgo Ministerial de la Universidad Southeastern. A través de cada temporada y rol, Jenilee ha permitido que cada área de su vida la lleve más cerca de Jesús y le gusta poner eso en palabras. Sus escritos se han publicado en WomenLeaders.com de Christianity Today, en el blog Boundless de Focus on the Family, en la Revista La Fuente y ha sido miembro del entrenamiento de escritores Compel. Para contacto e invitaciones puedes escribirle a: jenilee@thealtarplace.com