¿Les ha pasado que al ir de visita a sus países natales se encuentran “a Mundo y a Reymundo”(como decimos en Puerto Rico) en la fila del supermercado? Pues les cuento que el verano pasado, me reencontré con una vieja amiga de infancia y, como de costumbre, le pregunté de su vida y su familia, a lo que respondió con un largo relato de su testimonio. Entre tantas cosas superadas, algo muy lindo que recuerdo fue de cómo se había apartado y cómo Dios, en su misericordia, la rescató y hoy por hoy cuenta con un buen trabajo, un buen matrimonio y una bella familia que nunca imaginó tener.  

            Cuando me tocó el turno de contarle sobre mi vida, le hablé de algunos de los proyectos en el Señor en los que estoy trabajando y ella con asombro me dijo: “¡Wao, me alegra que estés cumpliendo el propósito de Dios en tu vida! ¡Yo todavía no sé cuál es el mío!” Realmente, mi cara al escucharla decir eso fue una de desconcierto, porque para mí era muy claro que, con tan solo contar su gran testimonio, muchos podrían regresar a los pies de Cristo y, ¿qué mayor propósito que ese?

            Creo que muchas personas están en esa misma posición de mi amiga; de tener tantos testimonios a su favor y sin saber qué hacer con su vida por estar a la expectativa de otros dones, títulos, posiciones o recursos, no sabiendo que la oportunidad de usar su testimonio es un llamado que ha estado tocando a su puerta. 

            Dice la Palabra en Romanos 15:18-20 “En realidad, sólo hablaré de lo que Cristo hizo a través de mí, para lograr que los no judíos obedezcan a Dios. Y lo he logrado, no sólo por medio de mis palabras, sino también por mis hechos.”

            El poder de contar y demostrar el testimonio de Dios en nosotros es muy grande y deberíamos aprender a no menospreciarlo. Hoy por hoy, contamos con tantas herramientas de comunicación que no deberíamos desaprovechar cada oportunidad que tengamos en esta corta vida para darlo a conocer. No hace falta ser elocuente, tener mucho dinero ni estar en una posición dada por hombres si ya contamos con el respaldo de la misma mano de Dios en nuestra vida.


Dindi Quiles

Dindi Quiles es cantautora cristiana, conferencista, maestra, líder de adoración, líder de grupo de discipulado y escritora. Su primera producción musical como solista incluye los temas “Tu luz en mí”, “Nuestro Salvador” y “Llénanos”. Ha colaborado como presentadora en el canal local de televisión, Tu18Jax y como escritora de la revista “Qué tal Jacksonville?”. Actualmente vive en el estado de Florida, con su esposo y tres hijos. Para invitaciones: agenda.dindiquiles@gmail.com