Desde pequeños siempre tenemos sueños y metas que deseamos alcanzar. Mientras vamos creciendo esos sentimientos florecen y el deseo aumenta. Ya de adultos salimos al mundo con las esperanzas de encontrar ese sueño que tanto anhelamos.

Sin embargo, cuando llega una situación adversa o inesperada esas esperanzas se pueden ver empañadas. 

¿Qué es Esperanza?

Esperanza es el estado de ánimo en el cual se cree que aquello que uno desea o pretende es posible. Ya sea a partir de un sustento lógico o en base a la fe, quien tiene esperanza considera que puede conseguir algo o alcanzar un determinado logro.

Recuerdo en una ocasión me llevaron de emergencia al hospital. El Lupus empezó a filtrarse en la medula ósea. Las posibilidades de vida estaban bajando y a su vez mis sueños. Estaba perdiendo toda esperanza.

Esa mañana que me iban a hacer la biopsia de la medula ósea le dije a Dios: “Primero el lupus y ahora una filtración en la médula ósea. No tengo trabajo, no tengo estudios y lo peor, no voy a tener novia, ni me casaré.”

Comencé a decirle a Dios como me sentía. Mientras lloraba, recordé un verso que fue bálsamo a mi vida.  “Clamé a ti, oh Jehová; Dije: Tú eres mi esperanza” (Salmo 142:5)  (Extracto del libro Volver a Nacer). Cuando leí ese versículo recordé lo bueno que Dios había sido conmigo y cobré fuerzas. 

Me viene a la memoria la historia del paralitico de Betesda. Este hombre llevaba 38 años con su condición. Él estaba en un estanque esperando que un ángel moviera las aguas para ser sanado. Eso ocurría cada cierto tiempo y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviera. El problema era que el paralítico no tenía quien lo metiera al agua cuando eso sucedía. Imagínense la desesperación de aquel hombre, estaba cansado y a punto de perder toda esperanza    (Juan 5:1-5)

Pero antes de que eso sucediera llegó un hombre llamado Jesús de Nazaret que sanaba enfermos. ¿Qué pasó con el paralítico? Cuenta la historia…

“Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo.” (Juan 5:6-9)

He aprendido que Dios siempre llega a tiempo y que todo lo que acontece es con un propósito. No permitas que tus circunstancias te desenfoquen de lo importante. ¿Qué pasó con mis sueños? Dios me dio la oportunidad y las fuerzas para lograrlos—terminé mis estudios, fui diácono de la iglesia y tuve la bendición de casarme.

Tus sueños siguen vigentes, solamente puede que estén en pausa.  Si has perdido el deseo de vivir, de soñar y toda esperanza hoy te digo como Jesús le dijo al paralitico. “Levántate, toma tu lecho y anda”.

Dice la Biblia:

 “16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se  va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día 17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las  cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” (2 Corintios 4:16) 

Recuerda tu momento llegará, y cuando eso pase, te aseguro que vas a Volver a Nacer.


Josue Rivera

Josue Rivera es el autor del libro Volver a Nacer. En su libro, Josue narra como su fe ha hecho la diferencia para vivir y sobrellevar la condición Lupus Sistémica. Josue se ha destacado en varias funciones de liderazgo en la iglesia, inculyendo el ser miembro de la junta general. Josue vive en Puerto Rico con su esposa Monica, y se desenvuelve cómo exponente de la palabra, dando charlas en diversos lugares y colaborando en la iglesia.