“Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.” Mateo 6:21
El corazón es tan complicado, pues siente y carga profundamente nuestras emociones junto con nuestros pensamientos. Es por eso que puede ser parecer muy difícil refrenarlo o tomar control sobre él. De ahi viene la convicción y las frases populares acerca de ser guiados por nuestro corazón.
Sin embargo, contrario a esto, la biblia nos advierte acerca de nuestro corazón: es engañoso, ¿quién lo puede comprender? (Jer. 17:9-10) y nos alienta a guardarlo, pues de él mana la vida (Prov. 4:23).
No somos llamados a ser guiados por nuestro corazón; somos nosotros mismos quienes tenemos que llevarlo y ponerlo en los lugares correctos. De lo contrario, seremos dominados por nuestras pasiones: el dinero, la ambición, la decepción y relaciones que no convienen.
Escuche un pastor decir una vez: “No le des tu corazón a las personas equivocadas que no pueden apreciarlo, dale tu corazón a Jesús”. Cada día, es necesario rendir nuestro corazón al único que lo entiende y dejar que sea su voluntad quien reine en él.
Llevalo.
Lleva tu corazón a los lugares correctos. Se tú quien lo guíes a él y no al contrario.