“¿Eres casado, tienes hijos, que estudiastes, donde vives?” y —la peor pregunta que todavia no puedo creer que la gente se atreve a hacerr—”¿Cuanto dinero haces?”

Me impresiona cuan interesada vive la gente en los demas, pero la triste realidad es que tus contestaciones determinarán si ganaste una persona interesada o no. Es fácil ver como la sociedad hoy dia pone sus criterios sobre nosotros y forjamos una identidad y autoestima conforme a eso.

El mundo vive intentando formar identidades de acuerdo a: posiciones, posesiones, logros e influencia. Sin embargo, los estándares de este mundo no son los del Reino.

No soy de los que creen que no podemos alcanzar todas estas cosas si servimos a Cristo, al contrario, creo que mayor aún cuando servimos, mayor exito tendremos. Creo que somos personas destinadas a a ser bendecidas y llamados a influenciar y liderar de una manera que el mundo jamás podra hacer—con el ejemplo de Jesús.

Nuestra identidad está en lo que Dios dice de nosotros y no en lo que el mundo determina.

“Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.”

‭‭1 Pedro‬ ‭2:9‬ ‭

El nos ha dado una identidad que lleva las más altas descripciones y con ella nos entregó un propósito—proclamar sus maravillas.

Una identidad. Un propósito.

La diferencia es que cómo Pablo, nuestro corazón no esta en lo que hemos obtenido por nuestras habilidades o poseciones. En cuanto a su pasado, status y posición, el cual habia obtenido con orgullo, Pablo dijo:

Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Filip 4:8

En el Reino no hay lugar para los súper egos.

Por eso todo lo adquirido fuera del Reino lo consideramos una añadidura (Mateo 6:33). Yo veo lo alcanzado en mi vida cómo una catapulta para el Reino, como un medio para trabajar para Dios.

Nuestra identidad está en lo que hemos ganado por gracia en Cristo y no en las cosas que este mundo puede dar.

¿Amigos, familia, grados, titulos? Si aferramos nuestra identidad a estas cosas, encontraremos una gran fragilidad en ella. En cambio, debemos aferrar nuestra identidad a aquello que se nos ha otorgado por gracia. Irónico, pues lo que obtenemos por gracia realmente no lo merecemos, pero es ahí dónde verdaderamente se encuentra lo único seguro, pleno y perfecto.

Un Padre con un perdón y amor incomparable. Una ciudadanía fuera de este mundo. Y una vida para servir.

Aférrate a la verdad que encuentras en el espejo de su palabra y recuerda tu identidad de esta manera:

Soy hija de Dios

Cristo murio por mis pecados.

Soy amiga de Dios.

Vivo para servir en el Reino.

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Jenilee Rebarber

Jenilee Rebarber es la fundadora de The Altar Place. Jenilee es nativa de Puerto Rico, y vive en el estado de Florida en EU con su hijo Adrián. Es doctora en optometría, empresaria y estudiante del seminario de Liderazgo Ministerial de la Universidad Southeastern. A través de cada temporada y rol, Jenilee ha permitido que cada área de su vida la lleve más cerca de Jesús y le gusta poner eso en palabras. Sus escritos se han publicado en WomenLeaders.com de Christianity Today, en el blog Boundless de Focus on the Family, en la Revista La Fuente y ha sido miembro del entrenamiento de escritores Compel. Para contacto e invitaciones puedes escribirle a: jenilee@thealtarplace.com