“Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.” 2 Timoteo 2:1 Timoteo estaba siendo preparado para el ministerio. Pablo describía a Timoteo como un joven…
El fuego que seduce
Jeremías no era el amigo de todos. Dios lo había levantado como profeta y en muchas ocasiones la palabra que Dios le daba para hablar no era la que la gente quería escuchar, por tal razón, lo despreciaban y lo rechazaban. Algo con lo cual Jeremías constantemente luchaba y no es para menos; no es…
La pasión que causa toda una revolución y un avivamiento
Usamos la palabra pasión para describir el sentimiento por aquello que hacemos con total entrega y por lo cual vivimos aficionados. Nada supera aquello por lo cual te sientes apasionado, no importa cuanto te cueste, cuanto tiempo te tome, nada de eso es relevante cuando se trata de nuestra pasión. Para nosotros, es pleno deleite…
Pentecostés: mucho mas que una experiencia, una necesidad para la iglesia y el mundo de hoy
Los judíos tenían sus días festivos y hacían fiestas tipo festivales como lo hacemos nosotros también. El día de Pentecostés, conocido como la fiesta de la cosecha, era uno de esos y en esta ocasión venían judíos o Gentiles (personas convertidas al judaísmo) de todas partes del mundo a Jerusalén, para celebrar el festival. Era…
Los rayos-x espirituales
Antes de montarnos en un avión tenemos que pasar por la TSA o la agencia de seguridad en el aeropuerto. Ellos tienen unas máquinas de rayos-x que ayudan a revisar si alguien lleva algo que pueda ser peligroso o ilegal en el avión. Cuando me implantaron un “heart monitor” (Monitor de Eventos) los médicos me…
Mi imperfección no es excusa
“Nadie es perfecto.” Un argumento totalmente cierto que todos hemos dicho alguna vez. Ese “nadie es perfecto” nos consuela de nuestras decepciones ó intenta excusarnos evadiendo cierta responsabilidad. Cierto es también que mis errores, malas costumbres ó a mis ofensas no son justificados ó pasados por alto debido a mi naturaleza imperfecta.
Vida de contradicciones
Como creyentes, somos llamados a vivir ante Dios, y ante los hombres, una vida íntegra y honesta. Esto es posible solo cuando primeramente podemos ser honestos con nosotros mismos—algo que puede resultar ser muy difícil.